Entrevista a Nina Zivancevic: «la poesía es algo que realmente respiro como el aire»
Por: Mario Pera
La poeta de origen serbio Nina Zivancevic, emigró muy joven a la ciudad de Nueva York, en donde rápidamente entró en contacto con algunas de las figuras más representativas del arte y de la cultura neoyorkina.
Se ha desempeñado, además, como ensayista, narradora, crítica de arte y como editora en artes en Nueva York y París. Es colaboradora de revistas culturales como New York Arts Magazine, Prestup, American Book Review, Modern Painters, East Village Eye o Republique de lettres.
Mientras residía en Nueva York conoció al famoso poeta estadounidense Allen Ginsberg, de quien se hizo secretaria persona y buena amiga, participando en proyecto poéticos novedosos como el instituto Naropa.
Su poesía entonces se nutrió no sólo por la posibilidad de encontrarse en la meca del arte y la vanguardia en el siglo XX, por su relación con músicos, pintores, escritores y poetas de gran renombre, sino por la posibilidad de integrar a su poesía la multiculturalidad propia de la sociedad neoyorkina. Todo ello hace de ella una de las poetas contemporáneas más importantes de Serbia.
Tras su paso por Nueva York, emigró a Paris – Francia, en donde reside actualmente. La poeta Zivancevic participará del II FIP Lima, por lo que resulta interesante conocer algunas de sus experiencias en torno a la poesía.
1. Estimada Nina, siendo joven emigraste de tu natal Belgadro, Serbia, a la gran ciudad de Nueva York. ¿Cómo recuerdas tu llegada a esa ciudad de muchas culturas, idiomas y realidades diversas? ¿Fue fácil insertarte en una ciudad como Nueva York?, que, de alguna manera, para muchos puede ser una ciudad monstruosa por lo multicultural.
Recuerdo que fue durante la feria de San Antonio, y pensé que la ciudad de Nueva York era así, festiva. Me alojé en el Lower East Side, siempre en el «Downtown», palabra puertorriqueña que hizo la ciudad más cálida. Eso (esa parte de la ciudad —puertorriqueña, dominicana, mexicana y cubana—, que tenía salsa por todas partes) hizo a Nueva York un poco más cálida. Me quedé cerca de Miguel Algarin, Allen Ginsberg, Pedro Pietri (éramos como los fundadores del Café Neuvarican, slam, etc.).
Mi vida en Nueva York era difícil, pero muy emotiva y poética. Tal vez era joven y todo estaba abriéndose a mí.
2. Desde la década de 1980 viviste en el centro artístico de Nueva York, en lo que para muchos es la meca del arte contemporáneo. ¿Qué significó para ti, como escritora, y para tu obra literaria la llegada a esta ciudad donde confluyen gran cantidad de pintores, escritores, músicos, etc.? ¿Cómo influyó en tu obra tener la posibilidad de conocer in situ la vanguardia artística de ese tiempo?
Sí, yo estaba bastante influenciada por todas estas artes y los artistas —dicen— que yo los influencié también. Estoy feliz de saber, recientemente, que incluyeron mi trabajo en la antología Nueva York de 1980 «Up is Up… but down is down» por Brandon Stosuy. Como he dejado una huella con mis performances, lecturas, etc., yo no estuve allí por gusto.
3. En relación a la pregunta anterior, tu arribo a Nueva York se dio tiempo antes del estallido de la guerra civil en tu país, Serbia, lo que fue sin duda una circunstancia muy difícil. Asumo que debes haber tenido familia cercana o amigos que vivieron esos duros momentos. En lo personal, ¿cómo viviste, cómo veías desde tu perspectiva ese conflicto? Y ¿cómo influyó la guerra civil en tu país en tu poesía?
No, cuando empezó la guerra la vi como un ataque personal de los EE.UU. a mí. Así que dejé los EE.UU. en 1992 y regresé a Europa. Fui a París, porque me pareció un poco peligroso el regresar a Serbia. Por un gesto especial del ministro francés Michel Rocard, le concedieron a mi madre el visado para entrar a Francia en 2001.
4. Has publicado hasta el momento 12 poemarios. ¿Cómo ha variado tu modo de ver o de acercarte a la poesía y la construcción de poemarios desde tu primer poemario publicado, Poemas? La obra de todo artista evoluciona con el tiempo, ¿de qué manera sientes que ha evolucionado y hacia dónde lo ha hecho, en particular, tu poesía?
Es difícil decir cómo fue evolucionando o decreciendo. Cuando vivía en los EE.UU. escribía en inglés unos buenos 15 años.
Creo que me volví mucho más libre en mi verso, mucho más «minimalista». Mi nuevo poemario es casi intraducible, porque está escrito en el habla o argot de la calle, que cambia todo el tiempo.
5. Nina, ¿cuáles son los temas que en especial te interesa desarrollar en tu poesía? Imagino que han sido muchos, pero ¿cuáles son los hilos conductores que pasan por toda tu obra poética?
Los temas sociales, políticos, humanos (evidentemente, yo era secretaria de Allen Ginsberg…) y el amor (mi gran maestro es también Neruda).
6. Te has desempeñado en varios géneros literarios, la poesía, la narrativa, el ensayo. Además, eres crítica de arte y traductora. Más allá de que cada género tiene sus características, ¿con cuál de todas estas formas de expresión literaria te sientes más cómoda y crees que te permite expresar más de lo que quieres manifestar?
Oh, en la poesía por supuesto. También toco música, el violín, pero la poesía es una parte de la música, como las letras o las palabras no son más que notas que sustituyen a las notas musicales. Para mí, el sonido cuenta tanto como el significado.
He intentado otros géneros de interés, pero no me quedé unida a ellos, la poesía es algo que realmente respiro como el aire.
7. Durante un tiempo, fuiste asistente en el verano de 1981 de Allen Ginsberg, poeta estadounidense emblemático para la poesía de finales del siglo XX, en el instituto Naropa. ¿Cómo era Ginsberg en el trato cotidiano? ¿Qué recuerdas de esa singular experiencia?
Es muy interesante. Allen me trató como un tío mayor (tonton) porque mi voz, el acento de mi voz, le recordaba a su familia rusa, a su madre en particular. Así que no le gustaba mi poesía (muy surrealista, europea), pero me toleraba y le gustaba pasar el rato conmigo todo el tiempo, también en Nueva York cuando estaba más viejo y enfermó. Él siempre me decía «Nosotros, los europeos del este, nos entendemos mejor»).
8. Vas a participar como poeta invitada en el II Festival Internacional de Poesía de Lima 2013. ¿Qué expectativas tienes respecto a este festival? ¿Has estado alguna vez en Perú? ¿Conoces algo de la poesía peruana?
Me encantará conocer el Perú, Lima por lo menos, y ser parte de este gran festival. Nunca he visitado esa parte de América Latina, pero traduje la principal poesía indígena de los indios peruanos al serbio. Para el festival, voy a tratar de encontrar un viejo poema que escribí en español y me gustaría leerlo. Me encantará conocer a los poetas peruanos.
Radmilo Nikolic, un exembajador de Serbia en Lima durante 10 años, fue el mejor amigo de mi padre. Nos dijo cosas tan bellas sobre su país.
9. Finalmente, Nina, ¿vas a publicar próximamente? ¿Vienes trabajando algún proyecto del que nos puedes hablar?
Como he dicho, preparo una nueva colección de mi poesía, pero también «me preocupo de las traducciones» de mi trabajo a otros idiomas. Ahora tengo un montón de trabajo...
Biodata
Nina Zivancevic. Belgrado – Serbia.