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El poeta italiano Loretto Rafanelli

Entrevista a Loretto Rafanelli: «La poesía necesita una carencia, un estado de imperiosa necesidad mental y lingüística»

Publicado: 2013-05-06

Por: Mario Pera

Sin duda, se trata de uno de los poetas italianos más representativos en la actualidad. Loretto Rafanelli, combina su labor como poeta, dramaturgo, crítico, y ensayista, con su labor como profesor de escuelas superiores, con la gran responsabilidad de acercar la literatura a los jóvenes de su patria.

A la par de estas labores, Rafanelli es un destacado editor y director de la revista literaria y casa editorial I Quaderni del Battello Ebbro, desde la que ofrece al público italiano la poesía italiana más importante de los últimos años, así como realiza una importante función de estudio y crítica de la poesía contemporánea.

Su poesía, que goza de una gran vitalidad, mantiene como elementos una cadencia constante rodeada de ingredientes dramáticos ubicados en diversos lugares y paisajes que generan en el lector imágenes sugerentes y poderosas, creando una poesía de características complejas.

Participó en la Bienal de Venecia en los años 2001 y 2005, junto al artista Marco Rotelli en los proyectos «Búnker poético» e «Isla de la Poesía» y 2007, 2009, 2011; así como en la muestra «Poetas contra la guerra» organizada en el Museo Nacional de Zagreb, en 1997.

Su poesía ha sido traducida a distintos idiomas tales como: el inglés, francés, chino, español, serbio, rumano y griego. Y ha recibido varios premios por su obra poética entre los que destacan los premios Gozzano en 2002; Metauro y Aleramo en 2003; Ministerio Italiano de Cultura 2004; Foligno en 2007; Volterra-Ultima Frontiera en 2008; y Villa Molesini y Premio dell’Amore en 2009.

Su libro de ensayo Le voci, il coro (‘Las voces, el coro’), publicado en 2008, constituye uno de los más importantes aportes críticos para comprender las características y caminos por los que ha discurrido la poesía italiana y mundial en el siglo XX.

Resulta interesante poder conocer las diversas opiniones y comentarios del poeta Loretto Rafanelli, quien visitará en pocos meses Lima para estar presente en el II Festival Internacional de Poesía a realizar en nuestra ciudad.

Antologia de poesía preparada por Loretto Rafanelli: Le voci, il coro. La poesía italiana e straniera dell

1. Estimado Loretto, ¿cómo llegaste a la poesía, a escribir poesía? ¿Algún libro o poeta, en específico, te hizo decidirte por el camino literario o poético?

No tengo una historia personal maltratada, como le sucedió a algunos poetas (Leopardi, Pascoli, Cioran, Silvia Plath, etc.), que fueron impulsados a la poesía por situaciones personales dramáticas.

Para mí, lo que contaba sobre todo era la lectura de la poesía, de la que he sido un apasionado desde la infancia y que fue lo que me impulsó a escribir. Hay muchos escritores que me han influenciado y que me han hecho (sí, hecho, formado, logrado, madurado: porque la lectura nos enseña, cambia, educa, forma), para bien o para mal. Los poetas que son, son tantos aquellos que debo señalar (así como muchos son los que aún debo leer o releer) y, sin duda, prevalecen los de mi región, de mi cultura: la literatura clásica (de Homero a Esquilo, de Sófocles a Eurípides, de Virgilio a Dante, de Shakespeare a Goethe), los grandes poetas y narradores italianos (por ejemplo: Leopardi, Pascoli, Ungaretti, Montale; Manzoni, D’Annunzio, Pavese, Fenoglio) y europeos (Lorca, Aleixandre, Cioran, Baudelaire, Rimbaud, Rilke; Kafka, Joyce, los rusos), para no hablar de los filósofos o científicos de la política (habiéndome graduado en Bolonia en Ciencias Políticas).

Menos, por diversas razones, he seguido a los escritores de América Latina, pero quiero mencionar al menos a: Rubén Darío, Neruda, César Vallejo, Rulfo, Borges, García Márquez.

Primer poemario, I confini del Viso (

2. Tras la publicación de tu primer poemario, I confini del viso (‘Los confines del rostro’, 1987), siguieron dos poemarios Il silenzio dei nomi (‘El silencio de los nombres’, 2002) e Il tempo dell’attesa (‘El tiempo de la espera’, 2007). ¿Reconoces tu voz en esos primeros poemarios? ¿De qué manera consideras que ha evolucionado o en que puede haber variado tu obra poética con el paso de los años, las lecturas, etc.? I confini del viso, mi primer poemario, era todavía un trabajo inmaduro, muy influenciado por la proximidad a algunos poetas italianos. Mi voz poética, seguramente, toma forma con Il silenzio dei nomi, y se afina más con el tercer poemario Il tempo dell’attesa.

La crítica que sigue mi trabajo considera que se puede tomar, con estos dos últimos libros, una voz autónoma, original, esto también para los temas que trato, muchos de  ajustes civiles.

Seguramente, el mayor conocimiento de la poesía puede ayudar a escribirla, el poeta es así porque existe una tradición poética a la que se adhiere. Siempre se aprende mucho de la lectura de los poetas. Sin embargo, con respecto a tu pregunta, también los años que presionan dan una luminosidad u oscuridad a los acontecimientos y al pensamiento, que no pueden sino reflejarse en la propia escritura.

El tiempo transcurrido configura, como se evidencia en mi colección de poesía que sale en septiembre, una vida más, a veces desconocida porque la memoria no se sobrepone siempre al recuerdo. Entonces, puede haber un impacto que nos consterna y que se pierde en la niebla de la vida, mientras que el tiempo que nos espera crea una ansiedad no sólo física (aunque la decadencia nos pertenece) sino sobre todo mental.

El tránsito, de hecho, se vuelve más audaz y marcado por la cancelación de las distancias, y la sabiduría resulta ser una referencia abusada, aunque se debe aspirar a ver el paso de los años con la seguridad (inalcanzable) del monje tibetano.

XIV encuentro de poetas del mundo latino en Aguascalientes - México, 2012. De der. a izq. organizadora, Loreto Rafanelli, Julio Salgado, Alex Fleites y Santiago Mutis

3. ¿Cuál es tu estilo de trabajo, de creación poética? ¿Seleccionas un tema, creas una estructura y luego recubres ese armazón con poemas, o sencillamente escribes sin seguir un molde o estructura esperando que la unidad de cada poemario surja con algún otro elemento, como el tono, contenido o tiempo?

El poeta no puede tener un estilo de trabajo (que lo lleve a decir: «hoy escribo dos poemas, uno sobre la naturaleza, uno sobre el amor, 15 versos de largo, bastante triste y con algunos destellos de ironía»). El poeta sólo puede tener un estilo de escritura (aquel que se adquiere con el tiempo y es su sello como escritor), porque la creación poética no contempla la programación, el desarrollo predeterminado.

Cuando esto sucede la poesía ha terminado. La poesía necesita una necesidad, un estado de imperiosa necesidad mental y lingüística. La poesía sigue un orden propio que no es configurable racionalmente. El poeta no conoce lo que dirá el poema, también porque hay destellos que llegan por los recuerdos y no están en la memoria, hay un excedente que ningún significado puede contemplar, y el poeta convertido en lector de la propia poesía puede no entender el sentido último que ha trazado. La poesía, entonces, inserta algo que no es de nuestro conocimiento. Por lo tanto, cada cosa estará en su lugar de una manera que se nos escapa.

Cierto, la poesía debe responder a una exigencia estructural precisa y, en un verdadero poeta, cada palabra volverá a entrar en un perfecto orden, o quizás en un orden superior, que impone cada línea, cada espacio, que arma el poeta. La unidad de la que hablas, es el resultado que vendrá: el éxito del poema. Entonces: ritmo, contenido, tiempo, imagen, etc., serán el poema que, como un milagro, ha logrado construir a partir de una dirección de pulsión.

Obvio, sin embargo, que el trabajo poético requiere pasos continuos y, en este sentido, el poeta irá adelante para dar ajustes hasta que sus oídos, ojos, mente no digan que el camino se ha cumplido, que el poema ha terminado, aunque creo que un poema no está terminado nunca y que sólo el cansancio de la mirada en un cierto punto lo considerará terminado.

Portada de la revista literaria Poesia. Edición conmemorativa por sus 25 años.

4. Eres director de la revista literaria I Quaderni del Battello Ebbro, y colaboras con diversos periódicos y revistas del medio literario de tu país. En el Perú, los medios de comunicación han restringido, casi al máximo, la sección cultural, y la crítica literaria es inexistente. ¿Cómo ves el panorama del periodismo cultural, en particular el literario y poético, en Italia? ¿Se hace en los medios de comunicación una verdadera crítica literaria?

Hay poco espacio para la literatura y poesía en particular, en periódicos y revistas y en el sistema radio televisivo. En Italia existe la excepción de la revista Poesia, una revista mensual muy bien hecha. Ahora se está abriendo un espacio en diferentes blogs culturales, algunos muy interesantes como RAINEWS 24. Pero el problema existe y creo que Europa, la gran Europa, cuna de la tradición filosófica, literaria, científica, está a un paso del final si no se comprende que la cultura ha sido (junto con, por desgracia, la fuerza de las armas) la clave de tantas buenas  que comenzaron aquí y que, después, han envuelto al mundo.

En Italia la situación es, incluso, peor que en otros países europeos, y es culpa también de un partido político que ha pensado sólo en sus propios intereses y ha ridiculizado a la nación frente al mundo.

La crítica vive un momento muy difícil, pocos son los espacios donde se puede ejercer esta actividad fundamental, aunque algunos periódicos importantes (como el Corriere della Sera y Repubblica) mantienen algunos espacios para la intervención crítica.

Ahora colaboro más con blogs que con periódicos, es un signo de los tiempos al que hay que acostumbrarse. Pero también hace falta un número de críticos, no siempre a la altura de la tradición italiana. Por el contrario, la situación de la traducción está mejor, con un compromiso relevante de revistas y editoriales y la presencia de traductores de gran consistencia como, para el área de habla hispana, por ejemplo, Canfield y Coco.

Segundo poemario, Il silenzio dei nomi (

5. Has recibido varios premios por tu labor literaria. Entre otros, el premio Gozzano en el 2002, el Metauro en el 2003, el Foligno y el Bigliolo en el 2007, el Villa Molesini y el premio dell’Amore en el 2009. Más allá del reconocimiento, ¿significan algo los premios para la poesía, para la obra del poeta? ¿Qué han significado estos premios para el poeta Rafanelli?

Los premios de poesía dan, seguramente, satisfacción siendo un reconocimiento del propio trabajo poético, un reconocimiento al intenso empeño, aquel de un tiempo infinito cultivado por años y años de escritura pero, sobre todo, de lectura.

Los premios son una confirmación de que algo se ha asentado en el panorama literario nacional. Sin embargo, se debe ser siempre cauteloso y no creer jamás un poeta logrado, mantener siempre el sentido preciso de una insatisfacción, que es luego la consciencia de la imposibilidad de alcanzar la perfección, claramente inalcanzable; la conciencia que el camino del escritor es siempre difícil.

En el fondo los premios son poca cosa. Lo que interesa es saber que el hacer poético no tiene fin, así como la infinidad y la necesidad de leer a otros poetas y a los críticos que han escrito sobre la poesía. Para un poeta los honores sólo ameritan ocupar el espacio de un segundo, aquel pasado.

El poeta Rafanelli participando en el evento Isola Poesia, 2010

6. Loretto, te manejas en varios géneros literarios además de la poesía. Esencialmente, en la dramaturgia. ¿Con cuál género te sientes más cómodo, poesía, teatro, ensayo? ¿De qué manera puede complementar tu obra teatral a tu obra poética, le aporta algo a tu poesía tu obra teatral o viceversa?

Creo que no se puede considerar mi actividad de dramaturgo como algo distinto a la poesía, sino como con todo con esta. De hecho, se pueden definir mis textos de teatro como una escritura teatral poética estando, de una manera, casi siempre en verso, similar a como se escribe poesía.

Creo que la dramaturgia permite decir con mayor aliento eso que en la poesía está encerrado en su natural síntesis. El teatro, entonces, tiene que ser visto como una posibilidad (una exigencia) adicional para representar un tema, una visión. De modular la escritura a través de un dictado más articulado, más argumentado, más claro.

No cabe duda de que mi compromiso con el teatro ha condicionado mi poesía, en el sentido de darle a esta una mayor fluidez, una mayor «narrabilidad», respecto a una forma poética inicial que era más lírica, más hermética, más sintética.

Quisiera añadir, asimismo, que para mí también la escritura de ensayos, artículos y críticas de libros es muy cercana a mi forma de escribir poesía. De hecho, uso en prosa una forma más ligada a la imaginación, a la inventiva, al golpe de la hoja en lugar de recurrir al examen textual muy racional, estructural. Quizás por esto, al contrario, me gusta la lectura de textos críticos difíciles y muy discutibles.

Segunda obra teatral de Rafanelli, Le voci dil Filadelfia. Il Grande Torino (

7. Desarrollas una importante labor como editor para el sello editorial I Quaderni del Battello Ebbro. ¿Cómo ves el nivel, la calidad, de la poesía italiana contemporánea? ¿Qué hace diferenciarse a la poesía contemporánea italiana de la poesía de generaciones anteriores?

La poesía italiana de hoy es de un alto nivel, sobre todo aquella de los poetas con cincuenta o sesenta años que son, prácticamente, los mayores de la escena política nacional, pero probablemente también de absoluto nivel internacional  (Broggiato, Carifi, Conte, De Angelis, Cucchi, Mussapi, Magrelli, Viviani).

He editado un estudio, del que me siento muy orgulloso, sobre la poesía italiana y mundial de las últimas décadas del novecientos (La voz y el coro), donde se evidencias estas excelencias y se profundizan las coordenadas de la poesía reciente, sobre todo italiana.

Entre las generaciones italianas más jóvenes veo, en vez, algunas deficiencias con pocos nombres para resaltar (Piccini, Rondoni, Riccardi).

Italia tiene una grandiosa tradición poética en el siglo XX, y sin evocar a los nombres sagrados (Ungaretti, Montale, Saba, Quasimodo), al menos recuerdo a Luzi, Bertolucci, Sereni, Bigongiari, grandes voces, grandes maestros de una profundidad absoluta y representativos de la más alta historia poética italiana, poetas que han influido y aún influyen en la poesía italiana de hoy. No creo que el nivel alcanzado por estos grandes poetas sea accesible para los poetas actuales, pero estos son la cumbre no sólo de la poesía italiana, sino mundial.

Festival de Poesía de Castelnovo Rangone. De izq. a der. los poetas Loretto Rafanelli, Tiziano Broggiato y Roberto Galverini. Foto: Serena Campanini

8. Vas a participar en el Festival Internacional de Poesía de Lima 2013 (II FIP Lima). ¿Qué expectativas tienes de este festival al que acudieron, el año pasado, más de 3000 personas? ¿Conoces algo de la poesía peruana?

En dos artículos que escribí para la revista Poesia, hablé de la gran vivacidad poética que se vive hoy en América Latina como evidencia de un gran crecimiento cultural y social.

He participado en el Festival de Granada, en Nicaragua, y en el Encuentro de poetas del Mundo Latino, en México, y quedé absolutamente fascinado por esta realidad: la gran participación del público, el encuentro con tantos poetas, la simpatía de la gente, así todo esto me hace decir que el calor, la pasión, la participación que hay aquí no se encuentra en ninguna parte del mundo.

Por lo tanto, creo que la próxima experiencia de Lima, será hermosa, estoy seguro. También porque su país es extraordinario. Hace unas semanas vi un reportaje de la televisión sobre el Perú, que puso en pantalla las muchas e importantes bellezas naturales, históricas y prehistóricas y varias ciudades peruanas fascinantes y estoy muy feliz de poderlos visitar. (Después tienes un Director que, además de ser un gran poeta, también es un seguro y apasionado punto de referencia, hablo obviamente de Renato Sandoval).

Me preguntas sobre la poesía peruana, conozco algo, pero por supuesto mis lagunas son significativas sobre la literatura de América Latina, a pesar de las lecturas de los últimos años. Sin embargo, estoy muy empeñado en profundizar en el cuadro poético de su continente, esto también por el hecho de que estoy trabajando en una traducción al italiano de jóvenes poetas de lengua española.

Conozco a algunos narradores peruanos, lógicamente, Mario Vargas Llosa, pero también Flora Tristán y Alfredo Bryce Echenique; y estoy empezando a leer a dos novelistas jóvenes, Alonso Cueto y Santiago Roncagliolo, de los que me han hablado muy bien. De los poetas no puedo iniciar sino con César Vallejo, un poeta que está entre mis favoritos, pero también otros que encontré en textos, blogs o en antologías como: Enrique Verástegui, Carlos Germán Belli, Antonio Cisneros, Mario Montalbetti, Jorge Pimentel, Arturo Corcuera, Renato Sandoval.

Último poemario publicado de Rafanelli, Il tempo dell

9. Finalmente, estimado Loretto, ¿planeas alguna nueva publicación en poesía de la que nos puedas comentar? ¿quisieras añadir algo más?

Sí, hay una importante novedad: una nueva colección de poemas que saldrá en septiembre titulada L’indice delle distanze (‘El índice de distancia’), un trabajo de siete años, 80 poemas, donde evoco algunos temas de carácter civil, con el eterno contraste entre el bien y el mal, algunos poemas hacen referencia a la barbarie Nazi; o incluso se vinculan al final de un tiempo, con la triste decadencia de Occidente. Luego aparecen poemas donde persiste fuerte el sentido casi obsesivo de la pérdida y otros relacionados con recuerdos y eventos personales.

Un libro con el que cuento mucho y espero que pueda dar más elementos sobre mi poesía y, posiblemente, confirmar lo positivo que la crítica ha escrito sobre mí en los últimos años. El lanzamiento de un libro es siempre un don. Un regalo que el poeta ofrece a los demás, pero también a sí mismo, porque un libro de poesía es como una señal que el destino ha querido poner en la vida del poeta. Pero también es la confirmación de que la visión del poeta necesita una palabra que debe encontrar su «lugar» preciso. Un nuevo libro es, en el fondo, un elemento más en el camino de sus propias vidas, pero aún más en el conocimiento de sí mismos y del mundo, asimismo un acto de responsabilidad, una obligación a la que se le ha llamado.

El poeta Loretto Rafanelli

Poemas de Loretto Rafanelli (traducción de Erika Reginato)

De: Caminos del agua (2008)

El Hielo

1.

Cruces, cruces extendidas, extendidas

en las calles, en las desembocaduras, sangre

sangre como huella exhausta,

los pájaros que se desvían de las tierras

negras donde el fango sepulta

a los niños, tierra seca como

los labios de las invocaciones

que refractan en las llanuras sin

cosechas, unos y otros

divididos en el lumen de la muerte.

El rojo árido de los atardeceres

y de los amaneceres, las ancianas

en sus remordimientos de madres,

padres lacerados en las guerras

que corta neto los pinastros, mudos

en los fosos rezan, en el recuerdo

ciego a las ventanas. Hay un frío

espectral en estos blancos

Balcanes, un hielo híspido de nombres.

2.

Un hielo híspido de nombres

y los viejos, y los niños todavía

paralizados en la espera lenta.

Los brazos en el barranco, en la planicie

vacía que llega hasta el mar,

en una tierra amarga

sin agudeza con el pan seco

en mis labios, se sosiega

la mirada en los ojos de los hermanos. No regresa

la nieve, ahora arrasa y derrumba

el gregal los cuerpos. Las mujeres

en el silencio de la maternidad

que desgarra, la mano

que ensangrienta los ríos,

y todo el campo

es una plaga de mármol.

3.

Una plaga de mármol en los silencios

de los hombres ciegos del frente.

Bizancio adolece de barro

en las ciudades donde la peste asedia

las lágrimas. Las llanuras

están colmadas de ojos de lama.

Las montañas no tienen

más árboles para escavar la tierra

de los muertos en la borde de rojos espinablos.

El invierno llega a nuestras manos

con el blanco de hombres lejanos,

días que congelan las rodillas

de los hijos y en las calles

los disparos se pierden en las voces.

Huellas

Se forma sombra del tiempo y huella

tras huella como piedra

los cuerpos devasta.

Y las trenzas extendidas sobre las noches

son diminutas llamas

que vagan en el viento,

esperas infinitas, lugares sin paz.

Los niños corren en los campos

y las mañanas fluyen

en una desnudez sin palabras.

Guerra

El Occidente se extiende en la urna

de su tiempo y borra el canto

que la Navidad trae

en los ojos. Y atraviesa

sus heridas sin nombres,

en calles cerradas

y en las iglesias apagadas de sus

llamas antiguas.

En las manos de los hijos los miembros

desnudos de tierras lejanas,

un coro de agonía desolada

y en nosotros la vil pena de un desasosiego.

Golfo de México

Es una ola de hierro el negro

que llena el golfo, cemento

que corta la respiración, un destino apagado

en las coordinadas de cadáveres

y se toca la pena en los ojos afligidos por el final

de los pescadores de Alabama.

Miran los peces que sepultó el barro

aceitoso. “¿Se salvarán?”  dice

una mujer inocente de Bayon La Batre,

“¿y el mar y el río y los árboles adornaran

el cielo?”. “Sólo sabemos que esta

es una hora muerta, respira

la despedida”, murmura Tom Johnson,

el viejo pescador, mientras los niños

juegan en el parque y no

saben que la historia ha terminado.

Mar de Versilia*

Recojo tu cuerpo

consumado en las cortezas del sol

tibio, otoñal. En tu madre

briza. En las tejidos que nos hicieron

gotas de la misma orilla humana.

La semilla de tu paz.

En el color extendido del  mar

de Versilia.

*Versilia: Ciudad italiana ubicada en la provincia Toscana, cerca del mar.

Biodata

Loretto Rafanelli. Porretta Terme, Bologna – Italia. Ha publicado en poesía: I confini del viso (‘Los confines del rostro’, 1987), Il silenzio dei nomi (‘El silencio de los nombres’, 2002), Il tempo dell’attesa (‘El tiempo de la espera’, 2007) y L’indice delle distanze (‘El índice de distancia’, en prensa); en teatro: Nelle buie stanze (‘En los cuartos oscuros’, 1997), Le voci del Filadelfia – Il Grande Torino (‘Las voces de Filadelfia – El gran Torino’, 2005), Artemisia. Il fuoco sacro della passione (‘Artemisa. El fuego sagrado de la pasión’, 2010); y en prosa-ensayo: Il sangue della ricordanza (‘La sangre de la memoria’, 1995).

Contacto: lrafanelli@libero.it


Escrito por

FIP Lima

El FipLima es el evento de poesía más importante del Perú y uno de los más grandes de Latinoamérica.


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